En Español, Venezuela

Se agotan los fondos de Venezuela para partidarios de Hugo Chávez en el Sur del Bronx

July 25, 2011 By Juan Victor Fajardo

Luis Rojas lee un discurso durante una reunión de Petro Bronx. (Juan Víctor Fajardo)

EN LOS ÚLTIMOS CUATRO años, el gobierno de Venezuela ha repartido una suma de dinero en el Sur del Bronx que sobrepasa los $4 millones. Más de 30 organizaciones comunitarias se han beneficiado de los fondos. Entre ellas están varias cooperativas pequeñas de producción agrícola; un estudio de baile interpretativo; centros de reciclaje, y hasta una escuela de inglés para inmigrantes recién llegados.

Aparte de la figura de Chávez, el nombre detrás del programa de financiamiento es Citgo, la corporación petrolera subsidiaria de PDVSA que opera en EEUU.

Durante los primeros tres años de la cooperación venezolana, los fondos los manejó una organización que se llama Petro Bronx, la cual fue creada precisamente con el propósito de gerenciar el programa. En su momento, operó como una suerte de consejo comunal liderado por una cúpula rotativa, o “colectivo”, de cinco organizaciones locales.

Desde un comienzo, las ONG miembros de Petro Bronx entendieron que no se trataba de un aporte caritativo. Más bien, veían en Petro Bronx un movimiento social de avanzada cónsono con los lineamientos de la Revolución Bolivariana. Se trataba nada más y nada menos que del primer núcleo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en suelo estadounidense.

“Nosotros aceptamos [el financiamiento] como una forma de solidaridad de parte del pueblo de Venezuela para con la gente del Bronx, no como una fuente de caridad corporativa”, dijo Luis Rojas, uno de los fundadores de Petro Bronx, al pronunciarse en una reunión del colectivo.

Y esos matices ideológicos eran de suma importancia para ellos.

“¡Compañeros y compañeras!” dijo Rojas en su discurso, luciendo una imponente boina roja sobre su cabeza: “Este colectivo es un soporte para las corrientes liberadoras de nuestros pueblos, y estará al frente para defender los principios de la igualdad y justicia que definieron los grandes hombres de nuestra América, desde Simón Bolívar.”

No obstante la retórica y el fervor revolucionario, los integrantes de Petro Bronx sostienen que al momento de seleccionar los beneficiarios del fondo venezolano, dejaban de un lado los temas políticos.

“Nosotros decíamos, ‘aquellos que no quieran meterse en la política, está bien’”, recuerda Lucia Solano, también fundadora de Petro Brox, cuyo centro de educación en el barrio estuvo entre los que se quedaron sin fondos. “Eso no quiere decir que no estén haciendo algo bueno para la comunidad.”

Pero Wanda Salaman y Joe Pérez, dos miembros del colectivo que se han beneficiado de la cooperación revolucionaria, dicen que la política—y sobre todo el apoyo inquebrantable de algunos integrantes para con el gobierno de Chávez—generó ciertos conflictos dentro de Petro Bronx.

“No todos compartíamos la misma ideología”, dijo Salaman, directora de un centro comunitario en el vecindario. Algunos participantes “hablaban de Bolívar y todas esas cosas”, agregó. “Ellos secuestraban nuestras reuniones con su ideología. Pero a mí no me importa [Chávez] ni [el ex presidente de EEUU George W.] Bush. Lo que a mí me importa es esta comunidad.”

Mejía dice que “siempre supo que [Petro Bronx] tenía que tener cuidado de no identificarse con ciertas ideas políticas.” La prudencia era necesaria, según dijo, para poder completar la tarea que Chávez le encomendó al colectivo en el 2005—la de difundir el ALBA y la Revolución Bolivariana en el Sur del Bronx—sin incumplir las leyes estadounidenses que prohíben a las ONG que operen como instrumentos políticos.

“La Revolución Bolivariana no es patrimonio exclusivo de Venezuela”, dijo Mejía. “La Revolución ha tomado medidas para esparcir sus raíces dentro del marco de la justicia social y más allá del contexto geográfico de Venezuela,” agregó. “Y ha encontrado mucho apoyo aquí en los Estados Unidos.”

Fue precisamente por ese tipo de lógica que se produjo el desacuerdo entre Citgo y  los de Petro Bronx, ya que esas posturas políticas motivaron una serie de cartas dirigidas a Citgo en la que los miembros menos politizados del colectivo alegaban que algunos intereses políticos estaban influenciando la repartición de los fondos.

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[…] Yo que llevo tiempo haciéndole seguimiento a los desmanes del chavismo internacional no puedo evitar que me entre un fresquito cuando leo vainas como esta. […]

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